Gracias a la invitación hecha por Ricardo Aranda o CAIO para los conocidos, me sume a la salida, que otro foro en el que participo, había preparado; la idea era aprovechar el feriado puente del 1 y 2 de Mayo y pasar unos días en las sierras cercanas a la ciudad de Azul (Pcia. de Bs.As.) A poco que se lanzó la idea confirme mi presencia para este viaje, no era una gran distancia, un poco más de 300 kms de casa, lo que me implicaba unas seis horas de viaje aproximadamente y por las fotos que había visto de la zona me parecía un lugar interesante con personas con las que ya había disfrutado una juntada en Sierra de la Ventana y lo había pasado muy bien, por lo que no me podía perder esta salida.
Algo así como una semana antes de mi salida el hermano de “Indian” me dijo que estaba interesado en viajar conmigo hacia Azul, que él sí o si quería viajar y juntarse con la gente del foro, y como Yo viajaba justo el día que él estaría ingresando a nuestro país vía Fray Bentos, quería saber si podía acoplarse conmigo en el viaje, a lo que le dije que no podía estar más de acuerdo. Para mí era un gran honor que el hermano de otro grande como Indian quisiera acompañarme en esta salida, y tener así la oportunidad de viajar en el mismo año con los hermanos URUGUAYOS fue una de las tantas cosas lindas que me viene deparando el 2014.
Varios mensajes después ya estábamos listos para iniciar la travesía hacia el sur de la provincia de Bs.As. Arnoldo estimaba arrancar temprano el cruce por Fray Bentos y poder pasar cerca de Lujan para las 10hs de la mañana del primero de mayo, por lo que le calcule que para 10:30/11:00hs estaríamos viéndonos face to face por primera vez donde habíamos convenido, esto era el cruce de la ruta provincial seis (RP6) y la ruta provincial doscientos (RP200).
Mapa de viaje desde mi casa al camping en Azul.
Por lo que tendría tiempo de levantarme tarde y desayunar en familia (Yo y mi señora) antes de subirme al Scooter y arrancar al encuentro con Arnoldo. Hasta último minuto estaba buscando cosas para no olvidarme de nada y así y todo se me pasaron cosas, pero bueno sirve de experiencia para el próximo viaje.
Lo importante es que a eso de las 09:10 ya estaba en la ruta, y a la altura de Mariano Acosta, sobre la RP200 hice mi última carga de combustible antes de llegar al punto de encuentro, para las 10:20 hs estaba ya bajando del Scooter esperando a Arnoldo. Habiendo pasado unos 20/25 minutos decido llamar a Arnoldo para ver si podía comunicarme y nada, a mi segundo intento, cerca de las 11:00hs veo venir una moto que termina deteniéndose cerca mío en el costado de la ruta, alguien que no conocía se baja, se saca los guantes y deja el casco en el piso y ahí supe que era el “INDIO 3” y me dijo: PUCARA? si le digo. . . y por unos minutos nos quedamos conversando sobre como fue el tramo entre Fray Bentos y la RP 6 y que tuvo algo de miedo de errar alguna de las salidas que finalmente lo trajo hasta donde habíamos convenido encontrarnos. Bueno ya estábamos listos para iniciar el viaje, el día se presentaba soleado y con una temperatura agradable, ideal para salir hacer kilómetros sobre la ruta y disfrutar del paisaje.
Salimos rumbo a la rotonda de Cañuelas, allí habíamos quedado en desayunar algo y después seguir, la ruta tenia tramos bastante baqueteados, las marcas dejadas por el transporte pesado hacía difícil mantener un lugar dentro del carril, sin contar los pozos, pero en otros tramos la cosa cambiaba ya que estaban trabajando para terminar de hacer lo que en poco más será la nueva ruta seis, con una capa de concreto alisado de unos 20/30 cms y tipo autovía, ideal para el transporte pesado que va al puerto de Campana.
Aqui mi compañero de ruta, post desayuno y preparados para encarar la ruta nuevamente.
Nuestros vehiculos a la espera de sus dueños, mientras desayunabamos en Cañuelas.
Aqui mi compañero de ruta, post desayuno y preparados para encarar la ruta nuevamente.
Nuestros vehiculos a la espera de sus dueños, mientras desayunabamos en Cañuelas.
Después del desayuno de Cañuelas seguimos viaje por la RP205 y en un momento tuve que reponer mi pequeño tanque de combustible, ahí caí en la cuenta de que había traído el bidón pero no traje el pico para evitar el derrame de combustible, así que tuve que poner mi mejor pulso para embocar el combustible y con algo de viento no fue nada fácil, pero buenos son cosas que pasan. Seguimos con el camino trazado y en Saladillo aproveche a cargar combustible.
Salimos de Saladillo y tomamos la RP51 rumbo a Tapalque, en este tramo bastante rural y sin habitantes a la vista, nos detuvo una persona que estaba junto a un auto, al parecer tenia algun problema con su vehiculo, le preguntamos qué problema tenia y nos comenta que al parecer como le faltaba aceite al motor este se detuvo (algún sensor del auto no lo dejaba continuar si no le cargaba aceite) e inmediatamente Arnoldo, por su don de buena gente, le propuso que lo podíamos alcanzar hasta Tapalque pero nada más, y el hombre acepto (Arnoldo teniendo en cuenta que el hombre no tenía ropa de abrigo para la moto le pidió que se ponga alguna campera) y salimos lentamente porque como después me comentaría mi compañero de ruta, él tenía miedo que con lo cargado que iba más este muchacho la rueda rozara alguno de los tornillos de su moto y le rompiera la cubierta.
Pero bueno llegamos a una estación de servicio que estaba a unos veinte y pico de kilómetros y dejamos a nuestro acompañante allí comprando aceite, mientras aproveche para completar mi tanque y seguimos viaje hasta Azul. Al entrar a la ciudad nos detuvo un control policial luego de lo cual seguimos hacia el centro de azul buscando donde comprar algo para comer, desde el desayuno de la mañana que no comíamos nada y siendo que era primero de mayo por supuesto que no encontramos nada abierto, Azul estaba desierto, salvo una estación de servicio donde nos detuvimos por unos sándwiches de jamón y queso y una gaseosa. Mientras estábamos allí comiendo Arnoldo me comenta que venía notando que mi patente estaba a punto de caerse, por lo que me dice saquemos la patente y guárdala.
Pero bueno llegamos a una estación de servicio que estaba a unos veinte y pico de kilómetros y dejamos a nuestro acompañante allí comprando aceite, mientras aproveche para completar mi tanque y seguimos viaje hasta Azul. Al entrar a la ciudad nos detuvo un control policial luego de lo cual seguimos hacia el centro de azul buscando donde comprar algo para comer, desde el desayuno de la mañana que no comíamos nada y siendo que era primero de mayo por supuesto que no encontramos nada abierto, Azul estaba desierto, salvo una estación de servicio donde nos detuvimos por unos sándwiches de jamón y queso y una gaseosa. Mientras estábamos allí comiendo Arnoldo me comenta que venía notando que mi patente estaba a punto de caerse, por lo que me dice saquemos la patente y guárdala.
Pensando en los gastos que debería afrontar y teniendo en cuenta que había traído algo de dinero pero no lo suficiente, a mi parecer, pregunto dónde hay un cajero al que atendía la estación de servicio y después de terminar de comer salimos a buscar el cajero automático; una vez que lo encontré retire algo de dinero y con mi compañero de rutas volvimos a encarar hacia nuestro destino, el camping que estaba a unos 30kms de Azul.
Un par de imagenes de Azul.
Aqui el palacio Municipal, frente a la plaza.
La Iglesia en una vista desde la YPF donde cargamos combustible.
Un par de imagenes de Azul.
Aqui el palacio Municipal, frente a la plaza.
La Iglesia en una vista desde la YPF donde cargamos combustible.
Tomamos la salida por donde habíamos llegado y poco después estamos girando alrededor de la rotonda que nos lleva hacia la ruta 226 y una vez sobre esta, a pocos kilómetros encontramos el cartel que informa que el Monasterio de los Monjes Trapenses se encuentra en la próxima salida (que viene siendo la ruta provincial 80), por lo que tomamos por esta ruta y comenzamos a esquivar una cantidad infinita de pozos, la ruta estaba en muy mala condiciones. Así y todo llegamos al camping pero estaba vacío, todos se habían retirado a conocer el viejo almacén de Pablo Acosta (un lugar con solo 18 habitantes) que se encuentra a unos 20kms del camping. Después de un buen rato de seguir esquivando pozos llegamos al viejo almacén, ya en la puerta vimos todas las motos estacionadas cual caballos a la espera de sus dueños, una vez ingresado al local miro alrededor de ese espacio y no veo a nadie conocido, lo que llamo mi atención porque pensé que había equivocado la entrada, pero al escuchar unas risotadas y gritos desde otro local que estaba detrás de un mostrador entendí que estaban en otro espacio y allí fuimos, al pasar el umbral me tranquilice viendo que estaban todos allí reunidos, con una mesa que denotaba una gran comilona pocos minutos antes.
Al ser reconocido por los comensales se inicia la tanda de saludos y abrazos con todos. A su vez comienzan a preguntar por mi acompañante, otros que siguen medianamente los comentarios del foro sabían que mi compañero era el hermano de Indian. Una vez que todos sabían de nuestra presencia nos pidieron que nos sentemos, ellos ya habían degustado una gran picada, y era nuestro turno por lo que le solicitan al dueño que nos traiga algo para comer. Y este buen hombre trajo una hermosa picada con todo lo que se puedan imaginar y todo casero (desde el jamón hasta el queso saborizado) era simplemente espectacular, también nos trajo algo de lechón cortado en cuadraditos todo sumado a la bebida y la charla hizo de esta nuestra cena por esta noche.
Cartel del pequeño pueblo de Pablo Acosta, con solo 18 habitantes.
Al ser reconocido por los comensales se inicia la tanda de saludos y abrazos con todos. A su vez comienzan a preguntar por mi acompañante, otros que siguen medianamente los comentarios del foro sabían que mi compañero era el hermano de Indian. Una vez que todos sabían de nuestra presencia nos pidieron que nos sentemos, ellos ya habían degustado una gran picada, y era nuestro turno por lo que le solicitan al dueño que nos traiga algo para comer. Y este buen hombre trajo una hermosa picada con todo lo que se puedan imaginar y todo casero (desde el jamón hasta el queso saborizado) era simplemente espectacular, también nos trajo algo de lechón cortado en cuadraditos todo sumado a la bebida y la charla hizo de esta nuestra cena por esta noche.
El Almacen de campo donde nos dimos el gusto de comer una picada de ensueño.
Recien llegados al Almacen con Arnoldo.
EL ALMACEN POR DENTRO
Yo y ARNOLDO esperando la picada, recien llegados.
El resto de los comensales y compañeros de rutas.
Recien llegados al Almacen con Arnoldo.
EL ALMACEN POR DENTRO
Yo y ARNOLDO esperando la picada, recien llegados.
El resto de los comensales y compañeros de rutas.
Una vez finalizada la comida y la sobremesa nos dispusimos a volver al camping, era muy impresionante ver en una noche totalmente oscura y entre las sierras como una tras otra las luces de stop de las motos subían y bajaban por el camino serrano.
Una vez en el refugio hubo algo de charla, como continuando con la sobremesa, aprovechando que la caldera estaba prendida y había un lindo calorcito saliendo de aquel armatoste de hierro, después de a poco nos íbamos preparando para ir a descansar (ante la queja sobre el estado de algunas camas el dueño del camping nos dio otro dormí con cuatro camas y allí fuimos a dar Arnoldo, Yo y Jorge (de Necochea), por lo que nos acomodamos y a descansar (la mente y el cuerpo) porque acto seguido el aserradero inicio su turno nocturno jajajajajajajjajajajajajajaja!!!!!
Parte 2
Mientras descendíamos comenzó una leve lluvia, por lo que apuramos la bajada del cerro a fin de no mojarnos al acelerar el paso y en bajada, hubo algunos resbalones inevitables, pero nada grave. Finalmente llegamos bien al asfalto y comenzamos a desandar el camino hasta el camping.
Una vez allí constatamos que algunos compañeros se habían retirado para realizar un paseo por la zona, por lo que el resto decidió ir en busca de un lugar donde comer algo, así fue que salimos hacia la ruta 226 y nos detuvimos en otro almacén de campo (no el de Pablo Acosta) y una vez allí, pedimos una picada para todos los asistentes. El dueño nos dio el gusto con una gran tabla cargada de todo lo necesario y de la que en poco tiempo solo quedaban las migas del pan.
Al volver al camping me encontré con que había llegado Javier de Mar del Plata para compartir la salida. Esa noche se realizó el asado comunitario como lo llamo Jorge de Necochea, ya que fueron varios los asadores que pasaron por el mando de la parrilla. Afuera Javier estaba desarmando el carburador de una Mondial HD 254 que había empezado a derramar combustible, y Javier como buen compañero y conocedor de estas cosas se tomó el trabajo de desarmar el carburador, donde encontró al desarmar la parte del “Punzua” que estaba trabado por una pequeña astilla muy finita de madera, tal vez por basura en el tanque o vaya saber de dónde salió, pero bueno solucionado el problema se dio por terminado el problema y continuo con el armado nuevamente de la moto para dejarla de diez.
El resto estaba en el quincho, junto a las motos conversando en grupos, de todo tipo de temas hasta la llegada del asado, ahí el protagonista pasó a ser la carne y con la boca llena nadie hablaba. Después ya entrada la noche comenzaron a desertar hacia las camas, hasta que los últimos seguían en pie mate por medio y finalmente terminamos todos horizontales esperando que no llueva al otro día, aunque el cielo indicaba que el agua se venía.
El sábado arranco con lluvia y la cosa pintaba fea por lo menos para todo el día, una vez que me levante vi que ya había varios más levantados, al parecer desde hacía un buen rato desayunando con mate y preparándose para una retirada por lo que hablando con Caio me dice que varios tenían decidido ir hacia Tandil a ver si encontraban lugar en el camping del Banco Nación de esa ciudad, porque en este camping todo estaba lejos y algunos no estaban muy cómodos ni con el camping ni con el dueño.
El grupo que ya tenía todo listo salió bajo la lluvia, Caio incluido y quedamos en vernos en Tandil unas horas más tarde, Yo, Arnoldo y los pocos que quedábamos nos refugiamos en el quincho ahora casi vacío y mate por medio mientras Arnoldo aprovechaba para su cambio de aceite, esperamos a que la lluvia bajara su intensidad.
A su vez comencé a mandarle mensajes a Gerardo para ponerlo al tanto del cambio de destino ya que hasta la noche anterior habíamos quedado en que se venía desde buenos aires para Azul y saldría hoy sábado temprano rumbo a esta ciudad, de ahí mi preocupación por avisarle una vez puesto al tanto me quede tranquilo.
Cuando la lluvia comenzó a amainar un poco nos preparamos para salir, todo iba bien hasta que en pleno viaje se intensifico el agua y el viento, sumado al spray de los camiones que venían por la mano contraria y los automovilistas imprudentes que te pasan como si no existieras; este tramo fue el más duro y cansador del viaje.
Llegados a Tandil fuimos buscando la estación de servicio donde se encontraban el resto de la banda, una vez ubicada la YPF vemos que allí estaban estacionadas el resto de las motos que habían salido a la ruta un par de horas antes que nosotros; al encontrarme con Caio me comunica que buscaron en el camping de Banco Nación y no tenían lugar y tampoco había lugar en ninguno de los otros campings. Al parecer el fin de semana largo trajo más gente de la pensada a Tandil. Por lo que me propone seguir hacia Mar del Plata y pasar la noche en su casa y conocer algo de Mardel, Yo le comento que faltaba hablar con Gerardo que se hizo como 500kms con su Gilera Smash para venir y que tenía que ver que quería hacer. Ahí nomás le mande un mensaje, para que se venga hasta la estación de servicio donde estábamos y al rato se apareció (él ya estaba en Tandil porque había llegado antes que nosotros.)
Como ya Caio lo había puesto al tanto del cambio de rumbo él me dice que no tenía problemas, por lo que antes de que Caio siga camino a Mar del Plata le confirmo que iríamos a su casa, pero antes queríamos comer algo y después saldríamos, de paso le daríamos tiempo a él para que acomode sus cosas y nos espere.
Un buen rato después de que Caio saliera rumbo a su casa, nosotros nos quedamos comiendo y cargando combustible para después salir rumbo a la costa bajo la lluvia.
Una vez llegados a Balcarce, la lluvia se había detenido, allí paramos por combustible y un baño para seguir viaje, desde aquí hasta la Avenida Luro de Mar del Plata la ruta era realmente muy linda con subidas, bajadas, mucho verde y hermosos paisajes. Finalmente llegamos al punto donde habíamos coordinado con Caio para que él nos venga a buscar así que le enviamos un mensaje de texto para avisarle de nuestro arribo y minutos después se apareció nuestro anfitrión con su auto para que lo sigamos hasta su casa.
Estacionamos las motos en su garaje y bajamos nuestras cosas y las acomodamos en su living Caio y su esposa (a quien le desordenamos un poco su espacio) hicieron lo imposible para que estemos cómodos, tanto así que Caio nos llevó esa misma noche al Casino, a comer, y a un bar de motos para un café, más un paseo por gran parte de la costa Marplatense y sus escolleras, eso sin contar el anecdotario de Caio sobre cuanto edificio conocido veíamos, nuestro anfitrión era un libro abierto sobre la historia de la ciudad.
Arnoldo en su paso por MDQ
En la Puerta del Bar Daytona dedicado a las motos
Dentro de Daytona
Los compañeros de ruta Gerardo y Arnoldo
También fuimos a comprar algunos regalos para nuestras familias. Fue un gran paseo en pocas horas y todo gracias a la voluntad y las ganas puestas de manifiesto por el gran Caio un gran anfitrión y mejor persona.
Finalmente el destino quiso que Arnoldo hiciera una recorrida que iba más allá de sus deseos iniciales y que junto a Gerardo se aventuraran a conocer lugares que de otra manera no hubiésemos intentado hacer, por lo que todo salió con un saldo más que positivo para todos. Y bien valieron la pena los más de mil kilómetros hechos en este viaje.
Charlas y trabajos de reparacion a la Shadow 1200 Limited Edition de Marcelo (en el fondo) despues de agarrar un pozo.
Siguen los trabajos en la Shadow
La caldera de fondo (el tanque del que sale un caño por sobre nuestras cabezas.)
Arnoldo pensativo
Al otro día poco antes de las nueve me levante porque escuche que había varios levantados, y después del aseo matutino me reuní para unos mates, mientras desayunaba varios sugirieron hacer una caminata hasta el cerro más cercano; y me intereso la idea, así que me puse zapatillas y campera y allá fuimos costo un poco pero pudimos llegar a la cúspide después de un tiempo. Arnoldo, por su parte no quiso ser de la partida y se quedó en el camping. Una vez logrado el objetivo sacamos fotos para guardar este momento y acto seguido iniciamos el descenso. Siguen los trabajos en la Shadow
La caldera de fondo (el tanque del que sale un caño por sobre nuestras cabezas.)
Arnoldo pensativo
EL CAMPING: "REFUGIO BOCA DE LAS SIERRAS"
Alrededores del Camping.
Cerro al que subimos durante la mañana.
Camino a la sierra.
Imagenes de las sierras
Los compañeros de trekking.
Subiendo el cerro.
Bueno en poco tiempo la segunda y ultima parte.
La Picada que nos trajeron al arribar al almacen con Arnoldo
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Alrededores del Camping.
Cerro al que subimos durante la mañana.
Camino a la sierra.
Imagenes de las sierras
Los compañeros de trekking.
Subiendo el cerro.
Bueno en poco tiempo la segunda y ultima parte.
La Picada que nos trajeron al arribar al almacen con Arnoldo
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Parte 2
Mientras descendíamos comenzó una leve lluvia, por lo que apuramos la bajada del cerro a fin de no mojarnos al acelerar el paso y en bajada, hubo algunos resbalones inevitables, pero nada grave. Finalmente llegamos bien al asfalto y comenzamos a desandar el camino hasta el camping.
Una vez allí constatamos que algunos compañeros se habían retirado para realizar un paseo por la zona, por lo que el resto decidió ir en busca de un lugar donde comer algo, así fue que salimos hacia la ruta 226 y nos detuvimos en otro almacén de campo (no el de Pablo Acosta) y una vez allí, pedimos una picada para todos los asistentes. El dueño nos dio el gusto con una gran tabla cargada de todo lo necesario y de la que en poco tiempo solo quedaban las migas del pan.
El Almacen desde afuera
Los "caballos" esperando afuera por sus dueños
Arnoldo preparandose para salir hacia AZUL
El almacen por dentro
La segunda Picada
Pasada la picada, hablamos durante un rato de bueyes perdidos con el dueño, para luego iniciar el camino de regreso al camping de la mayoría menos Yo, Arnoldo y Temblor, que tomamos el camino contrario para llegar a la ciudad de Azul en búsqueda de una llave -Alen- y un litro de aceite para Arnoldo que necesitaba realizar hacerle un cambio de aceite a la LIFAN. También fuimos al supermercado por algo de carne y bebidas para el asado de esa noche.Los "caballos" esperando afuera por sus dueños
Arnoldo preparandose para salir hacia AZUL
El almacen por dentro
La segunda Picada
Al volver al camping me encontré con que había llegado Javier de Mar del Plata para compartir la salida. Esa noche se realizó el asado comunitario como lo llamo Jorge de Necochea, ya que fueron varios los asadores que pasaron por el mando de la parrilla. Afuera Javier estaba desarmando el carburador de una Mondial HD 254 que había empezado a derramar combustible, y Javier como buen compañero y conocedor de estas cosas se tomó el trabajo de desarmar el carburador, donde encontró al desarmar la parte del “Punzua” que estaba trabado por una pequeña astilla muy finita de madera, tal vez por basura en el tanque o vaya saber de dónde salió, pero bueno solucionado el problema se dio por terminado el problema y continuo con el armado nuevamente de la moto para dejarla de diez.
Javier en plena tarea
El resto estaba en el quincho, junto a las motos conversando en grupos, de todo tipo de temas hasta la llegada del asado, ahí el protagonista pasó a ser la carne y con la boca llena nadie hablaba. Después ya entrada la noche comenzaron a desertar hacia las camas, hasta que los últimos seguían en pie mate por medio y finalmente terminamos todos horizontales esperando que no llueva al otro día, aunque el cielo indicaba que el agua se venía.
El Asado
El sábado arranco con lluvia y la cosa pintaba fea por lo menos para todo el día, una vez que me levante vi que ya había varios más levantados, al parecer desde hacía un buen rato desayunando con mate y preparándose para una retirada por lo que hablando con Caio me dice que varios tenían decidido ir hacia Tandil a ver si encontraban lugar en el camping del Banco Nación de esa ciudad, porque en este camping todo estaba lejos y algunos no estaban muy cómodos ni con el camping ni con el dueño.
El grupo que ya tenía todo listo salió bajo la lluvia, Caio incluido y quedamos en vernos en Tandil unas horas más tarde, Yo, Arnoldo y los pocos que quedábamos nos refugiamos en el quincho ahora casi vacío y mate por medio mientras Arnoldo aprovechaba para su cambio de aceite, esperamos a que la lluvia bajara su intensidad.
A su vez comencé a mandarle mensajes a Gerardo para ponerlo al tanto del cambio de destino ya que hasta la noche anterior habíamos quedado en que se venía desde buenos aires para Azul y saldría hoy sábado temprano rumbo a esta ciudad, de ahí mi preocupación por avisarle una vez puesto al tanto me quede tranquilo.
Cuando la lluvia comenzó a amainar un poco nos preparamos para salir, todo iba bien hasta que en pleno viaje se intensifico el agua y el viento, sumado al spray de los camiones que venían por la mano contraria y los automovilistas imprudentes que te pasan como si no existieras; este tramo fue el más duro y cansador del viaje.
Llegados a Tandil fuimos buscando la estación de servicio donde se encontraban el resto de la banda, una vez ubicada la YPF vemos que allí estaban estacionadas el resto de las motos que habían salido a la ruta un par de horas antes que nosotros; al encontrarme con Caio me comunica que buscaron en el camping de Banco Nación y no tenían lugar y tampoco había lugar en ninguno de los otros campings. Al parecer el fin de semana largo trajo más gente de la pensada a Tandil. Por lo que me propone seguir hacia Mar del Plata y pasar la noche en su casa y conocer algo de Mardel, Yo le comento que faltaba hablar con Gerardo que se hizo como 500kms con su Gilera Smash para venir y que tenía que ver que quería hacer. Ahí nomás le mande un mensaje, para que se venga hasta la estación de servicio donde estábamos y al rato se apareció (él ya estaba en Tandil porque había llegado antes que nosotros.)
En la estacion de servicio de Tandil, recien llegados
Como ya Caio lo había puesto al tanto del cambio de rumbo él me dice que no tenía problemas, por lo que antes de que Caio siga camino a Mar del Plata le confirmo que iríamos a su casa, pero antes queríamos comer algo y después saldríamos, de paso le daríamos tiempo a él para que acomode sus cosas y nos espere.
Un buen rato después de que Caio saliera rumbo a su casa, nosotros nos quedamos comiendo y cargando combustible para después salir rumbo a la costa bajo la lluvia.
LLenando el tanque antes de salir hacia la casa de CAIO
Una vez llegados a Balcarce, la lluvia se había detenido, allí paramos por combustible y un baño para seguir viaje, desde aquí hasta la Avenida Luro de Mar del Plata la ruta era realmente muy linda con subidas, bajadas, mucho verde y hermosos paisajes. Finalmente llegamos al punto donde habíamos coordinado con Caio para que él nos venga a buscar así que le enviamos un mensaje de texto para avisarle de nuestro arribo y minutos después se apareció nuestro anfitrión con su auto para que lo sigamos hasta su casa.
Estacionamos las motos en su garaje y bajamos nuestras cosas y las acomodamos en su living Caio y su esposa (a quien le desordenamos un poco su espacio) hicieron lo imposible para que estemos cómodos, tanto así que Caio nos llevó esa misma noche al Casino, a comer, y a un bar de motos para un café, más un paseo por gran parte de la costa Marplatense y sus escolleras, eso sin contar el anecdotario de Caio sobre cuanto edificio conocido veíamos, nuestro anfitrión era un libro abierto sobre la historia de la ciudad.
Primera Foto en Mar del Plata
En una de las Escolleras
Mar del Plata de noche
En una de las Escolleras
Mar del Plata de noche
Una muestra del paseo por Mar del Plata
Arnoldo en su paso por MDQ
En la Puerta del Bar Daytona dedicado a las motos
Dentro de Daytona
Los compañeros de ruta Gerardo y Arnoldo
También fuimos a comprar algunos regalos para nuestras familias. Fue un gran paseo en pocas horas y todo gracias a la voluntad y las ganas puestas de manifiesto por el gran Caio un gran anfitrión y mejor persona.
Finalizada la recorrida, Ricardo nos prestó algunos colchones inflables, frazadas y todo aquello que necesitáramos para poder dormir con la mayor cantidad de comodidades que nos podía brindar.
El domingo por la mañana la alarma de un celular nos marcó que era hora de empezar a levantarse e ir acomodando algo de todo el lio que le armamos en el comedor. En seguida Caio comenzó a calentar agua para el desayuno, al que nos sentamos minutos después y compartimos entre los cuatro, para luego finalmente comenzar a subir los bolsos a nuestras motos y para las nueve y media tener todo listo, solo quedaba agradecerle a Caio por su tiempo, por su preocupación y por recibirnos en su casa y por supuesto alejarnos con la promesa del regreso en algún momento no muy lejano.
Preparandonos para la ultima etapa
Después de la despedida, emotiva por cierto, nos tocó tomar la ruta 2 hacia Buenos Aires, durante las primeras horas era aceptable la cantidad de trafico pero pasando ya el mediodía el transito sobre la ruta comenzó a hacerse más densa y comenzó a notarse el fin de semana largo por la gran cantidad de tráfico que fluía hacia Buenos Aires, nosotros ya habíamos optado por evitar lo más posible el problema de ingresar a Bs.As. con todo este tráfico, por lo que antes de La Plata decidimos bajarnos de la ruta dos para tomar hacia la ruta seis y después empalmar hacia la autopista Richieri para luego continuar por la General Paz y dejar a Gerardo a unas 12 cuadras de su casa.
El domingo por la mañana la alarma de un celular nos marcó que era hora de empezar a levantarse e ir acomodando algo de todo el lio que le armamos en el comedor. En seguida Caio comenzó a calentar agua para el desayuno, al que nos sentamos minutos después y compartimos entre los cuatro, para luego finalmente comenzar a subir los bolsos a nuestras motos y para las nueve y media tener todo listo, solo quedaba agradecerle a Caio por su tiempo, por su preocupación y por recibirnos en su casa y por supuesto alejarnos con la promesa del regreso en algún momento no muy lejano.
Caio preparando el desayuno
Preparandonos para la ultima etapa
Después de la despedida, emotiva por cierto, nos tocó tomar la ruta 2 hacia Buenos Aires, durante las primeras horas era aceptable la cantidad de trafico pero pasando ya el mediodía el transito sobre la ruta comenzó a hacerse más densa y comenzó a notarse el fin de semana largo por la gran cantidad de tráfico que fluía hacia Buenos Aires, nosotros ya habíamos optado por evitar lo más posible el problema de ingresar a Bs.As. con todo este tráfico, por lo que antes de La Plata decidimos bajarnos de la ruta dos para tomar hacia la ruta seis y después empalmar hacia la autopista Richieri para luego continuar por la General Paz y dejar a Gerardo a unas 12 cuadras de su casa.
Luego Yo y Arnoldo seguimos viaje hacia Panamericana, mi idea era que tomáramos por General Paz hasta Liniers, allí subir al Acceso Oeste, rumbo a Moreno, mis pagos, para después tomar otra autopista Camino del Buen Ayre para llegar finalmente a Panamericana y ruta 23 donde finalmente me separaría de Arnoldo previo saludo y buenos deseos para el tramo que le quedaba de viaje y deseando un mejor arribo a su ciudad, Montevideo.
Primer parada sobre la Ruta 2 por combustible
Otra de las paradas, por combustible para las motos y nosotros
Yo mientras tanto retome para finalmente llegar a mi casa e ingresando a internet para ver si Indian (hermano de Arnoldo subía algún otro dato de mi compañero de rutas). Finalmente me fui enterando que Arnoldo arribo bien a Fray Bentos y al otro día que ya estaba nuevamente en su casa sano y salvo. Dando así por terminado el viaje.Otra de las paradas, por combustible para las motos y nosotros
Finalmente el destino quiso que Arnoldo hiciera una recorrida que iba más allá de sus deseos iniciales y que junto a Gerardo se aventuraran a conocer lugares que de otra manera no hubiésemos intentado hacer, por lo que todo salió con un saldo más que positivo para todos. Y bien valieron la pena los más de mil kilómetros hechos en este viaje.
Última edición por pucara el 13/5/2014, 14:03, editado 1 vez