La historia de quien fue tras su sueño
Cuando Emilio Scotto tenía 9 años le dijo a su madre, “Mañana, voy a dar la vuelta al mundo.” Ella sonrió y respondió, “Mañana vas a la escuela, no a dar la vuelta al mundo.” Pero desde ese día Scotto mandó su mente errante por el planeta, con la certeza de que un día su sueño se haría realidad.
En 1985, a los 30 años, y despues de renunciar a su trabajo como visitador medico Emilio Scotto, subió a su motocicleta Honda Gold Wing 1100, y con sólo U$S 300 partió de Argentina. El nunca se había ido antes del país, pero estaba seguro de que este movimiento aparentemente imprudente, lo transformaría en el hombre que quería ser.
En 1997 ingreso al libro Guinness por dar la vuelta al planeta no una, sino dos veces consecutivas (entre 1985 y 1995), la primera en el sentido de las agujas del reloj y la segunda en sentido contrario, recorriendo la distancia de la tierra a la luna ida y vuelta, 735.000 kilómetros, visitando 279 países, islas y territorios de ultramar en los 6 continentes, sobre su "Princesa Negra" (la Goldwing Interstate de 1980) fue bautizada asi por un periodista norteamericano durante una entrevista y nunca mas dejo de nombrarla de esa manera.
En el camino usó 13 pasaportes de 64 páginas cada uno, aprendió cinco idiomas y fue encarcelado seis veces. Fue arrestado bajo sospecha de tráfico de drogas en los Estados Unidos, de ser una espía ruso, de ser un espía de la CIA, y de ser un agente para el líder libio, el coronel Muhammad Gadafi. Se le acusó de entrar en Liberia con la intención de matar al presidente, se encontró con caníbales en Sierra Leona, y contrajo malaria que casi lo mata en las selvas del Congo. Tambien tuvo que cambiar 9 veces el asiento de su moto, consumió 12 baterías, 700 litros de aceite, 42.000 litros de nafta y 86 cubiertas.
Al finalizar su aventura, lo homenajearon fabricándole una nueva "Princesa Negra", mientas que la original quedó en exposición en el Hotel Riverside de Las Vegas, “codeándose” con otros vehículos famosos como el 4x4 de una película de John Wayne, la moto de Los Tres Chiflados y el DeLorean de “Volver al Futuro”.
Su mayor logro lo obtuvo muchos años después de su travesía, en 2002, cuando lo incluyeron en la inmortal lista de los 40 exploradores más grandes de la historia, junto a Marco Polo, Cristóbal Colón, Hernando de Magallanes, la aviadora Amelia Earhart y hasta Neil Armstrong. Y no es azaroso destacar a este último, porque su logro histórico fue justamente uno de los incentivos más grandes que tuvo el argentino para concretar el suyo.
La experiencia fue considerada casi una locura en una época donde no había celulares, GPS ni Google Maps. “Llamar por teléfono a otro país era carísimo. No estaba preparado, ni siquiera me fui con ropa de moto. Salí con zapatillas Pampero y camisita, ¡y gracias que tenía casco!”, confiesa el explorador.
A cinco años de su partida, su novia Mónica Pino, se reunió con él en la India, y se casaron en una ceremonia hindú. Finalmente, el 2 de abril de 1995, regresó a su país después de 10 años, 2 meses y 19 días en la carretera, donde se le dio una merecida bienvenida de héroe.
El interes por su viaje fue creciendo, sobre todo después de que Juan Pablo II bendijera su viaje. “Llegue a la embajada en Roma y le pedí al embajador que me contactara. Se me rió en la cara pero igual preguntó, y terminé sentado al lado del Papa. Hasta me tuvieron que prestar ropa. Como no había pasado algo así en 500 años de papado, salió en los diarios y mi historia adquirió un carácter muy serio”, cuenta Emilio. A partir de entonces, se hizo corresponsal de varias revistas en los países que visitaba, aprovechando que había aprendido cinco idiomas a lo largo de la travesía.
“Hasta que me dé la piel, seguiré viajando”, afirma Emilio, sin dudarlo. Además de brindar conferencias para fomentar el turismo extranjero en Argentina, tiene convenios con una empresa de alquiler de motos y con BMW para llevar contingentes locales a diferentes partes del país y del globo, en dos o cuatro ruedas. Primero lo concretó en África, y próximamente lo hará en Marruecos y China.
Paralelamente, está en tratativas para que algún canal de televisión financie el proyecto “Caravana”, un reality show de 50 capítulos que mostrará una expedición de motos, camionetas 4x4, camiones y helicópteros. “Es como un Gran Hermano sobre ruedas. Se anotaron 4.000 personas y se van a elegir 20. El piloto costó 100 mil dólares”, señala él, en su faceta de productor.
Algunas imagenes de las miles que saco durante su viaje:
Videos: