Debido a que no me permite, el foro, armar el post en forma completa porque me dice que el tamaño es excesivo, tengo
que dividirlo en dos partes. Y aca coloco la segunda parte.
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Pocos kilómetros después, pasamos unos silos gigantes sobre una curva y a partir de allí se notaba que estábamos entrando a las orillas de la ciudad Uruguayana, pero fue entonces que mirando el medidor de mi tanque veo que la aguja comenzaba a ingresar en la zona de la reserva, me parecía que iba a poder cruzar con el combustible que me quedaba pero decidí parar en una estación de servicio y una vez que todos se detuvieron le pregunte a Víctor si todavía le quedaba algunos Reales para comprar combustible y me dio sus últimos diez REALES para que pueda cargar.
Precio de combustibles en Brasil
Cuando estaba cargando el combustible, cual colegiales Daniel me pide una foto con la “playera”, a lo que se presta sin problemas y acto seguido ven una bicicleta con motor y a su dueña (que también trabajaba en la estación de servicio) y le piden una foto a la señora, a lo que se niega rotundamente mientras le insistían y termina escondiéndose dentro de la estación de servicio, hasta los empleados del lugar le pedían que se sacara la foto y no hubo caso. Ya esto parecía una estudiantina y seguramente la señora pensó que estábamos tratando de hacerle alguna broma y después de un rato y como ya no la acosaban nuestros fotógrafos, se subió a su bici con motor y se fue, al mismo tiempo algunos de nosotros la seguimos y comenzamos a salir hacia la frontera.
La ultima carga de combustible en Brasil
Esta es la señora a la que acosaron nuestros fotografos
Llegamos al ingreso de una rotonda donde la demarcación dejaba mucho que desear, y daba una dirección para llegar al puente de la frontera sin pasar por el centro de la ciudad de Uruguayana y otra para hacerlo por dentro de la ciudad, la cosa que los otros carteles que deberían estar marcando esto claramente no estaban y termino tomando hacia el centro de la ciudad y bué! una vez en las avenidas del centro pare en una estación de servicio para lograr ubicarnos y llegar al puente, me dijeron más o menos como hacer y después de volver a preguntar y un par de retomes logramos dar con la calle correcta e ingresamos a una zona que denotaba que ya estábamos en zona de aduanas, pero sin nadie que nos detenga o nos pregunte algo.
Aduana Paso de los Libres - Lado Argentina -
Así terminamos entrando al puente de Uruguayana llamado: Puente Internacional Agustín P. Justo - Getúlio Vargas admirando sus torres y tratando de
absorber todo lo que veíamos alrededor, para después ingresar nuevamente a nuestro suelo, y comenzar con los tramites de aduana.
Al salir de la aduana nos detuvimos en una estación de servicio que esta frente a la frontera, y cargamos combustible (yo cargue mi bidón solamente) pero no había nada para comer, Dani, que conocía esta zona nos dijo que por ahí más adelante encontrábamos alguna parrilla abierta. Así que salimos pensando en encontrar algo pero todo estaba cerrado ya eran como las cuatro de la tarde. Nos detuvimos en otra estación de servicio con parrilla pero tampoco pudimos encontrar nada y terminamos comprando alfajores y gaseosas para recuperar energías, ya que desde la mañana no habíamos comido nada.
Encima los bizcochitos habían fallecido sobre la BR-472 y todavía faltaba un poco más de 150 kms hasta lo de Daniel. Pero bueno a modo de zanahoria Daniel le pidió a su señora que compre Mortadela y pan para que a nuestro arribo podamos degustar algo. Así que pensando en la Mortadela, salimos de la estación de servicio rumbo a lo de Daniel, donde llegamos poco más allá de las seis y media, completamente felices y todavía sin poder creer todo lo que vivimos. Comimos la famosa mortadela y después nos pegamos un buen baño porque en poco tiempo más deberíamos estar en lo de Carlos Playuk para degustar el famoso cordero hecho por este gran asador (al que le habíamos prometido estar este sábado compartiendo su mesa.)
La mortadela que nos esperaba al regreso en lo de Daniel.
Camino a Monte caseros.
Ya entrando a la ciudad, despues de un gran viaje.
La mortadela que nos esperaba en la casa de Daniel.
Una vez limpios y cambiados salimos para su cantina y ahí estaba Carlos junto al fuego con algo más de lo solicitado y esperándonos impaciente entre saludos y comentarios sobre el viaje, llegaron las primeras cervezas y mientras los líquidos corrían fueron llegando el resto de los comensales, entre ellos dos que no conocíamos anteriormente y que minutos después descubrimos que eran dos guitarristas que venían a amenizar nuestra última cena en Monte Caseros, que fue el moño de este último día por estos pagos. También hubo tiempo para regalos mutuos, de parte de Carlos y de parte nuestra también.
Todos se llevaron algo y hasta hubo tiempo para un sorteo de un cuchillo y un tenedor, el cual se llevó don Vicente con el número 3. Después de esta gran noche, con música en vivo, regalos, fotos etc. había que volver a lo de Dani, pasar las fotos y terminar de preparar todo para nuestra salida rumbo a casa.
La parrilla de Raul con el cordero prometido y algo mas.
Los cantores, un lujo!
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El regreso a casa
Ya había amanecido cuando comenzamos a levantarnos y subir nuestros bolsos a las motos, revisar que no quede nada atrás (aunque algunos se olvidaron cosas), atar nuestros bultos, verificar las motos, engrasar las cadenas (quienes debían hacerlo) charla, algo de mate y ya con todo listo, salimos con rumbo a la RN14, pero a unos pocos kilómetros del centro de Monte Caseros, nos detuvimos para la despedida final, con mucha emoción, abrazos, promesas de regresar, agradecimientos mutuos para finalmente subirnos a las motos y bocina mediante despedirnos vaya a saber por cuanto tiempo, de un lugar que nos abrió los brazos y nos cobijó durante la semana santa.
Ultima mateada antes de la despedida
Iniciada la RN 14 todo era distinto conocíamos el camino, y fue como venir en bajada, gran parte del camino tuvimos una suave brisa empujando nuestro regreso, nos detuvimos por un desayuno, también tuvimos un percance mientras acompañaba sobre la ruta a Edgardo lo pica una abeja y se detiene rápidamente para tomar su medicamente debido a que es alérgico, después todo fue viajar sin problemas hasta el ingreso a Gualeguaychu donde despedimos a Víctor en primer lugar (en el mismo puente donde nos habíamos encontrado unos días antes).
Y un par de kilómetros más arriba se vino la despedida de Edgardo quien seguía su camino hacia Rosario para visitar familiares y continuar con su descanso. A partir de allí solo éramos Vicente y Yo que seguimos en la ruta tranquilos hasta llegar a los últimos kilómetros de la provincia de Entre Ríos, donde se comenzaba a hacer notar el tráfico de semana santa y se iba haciendo más lento nuestro viaje, ni hablar una vez ingresados a Zarate Brazo Largo, allí hubo que tomar por la banquina y hacer algunos finitos a los autos y camiones con el fin de avanzar, lo mismo una vez que subimos a panamericana, mas allá de Garín, todo era colas de autos intentando ingresar a la capital y los alrededores del Gran Buenos Aires.
Aquí ya todo fue una lucha por tratar de avanzar hacia nuestro destino (Panamericana y Ruta 202) donde habíamos quedado con Vicente de despedirnos, pero que no pudo ser porque el transito hizo que nos distanciáramos y Yo llegue a la Ruta 202 y espere por Vicente unos 15/20 minutos pero como no venía entendí que pudo haber tomado otra salida (él vive en San Isidro), lo llame a Daniel y le dije que ya todos estábamos encaminados y a punto de llegar a casa, así que después de avisar que todo estaba bien, decidí seguir mi camino a casa donde me estaban esperando.
Ya en casa recibí el mensaje de Vicente avisando de que había llegado bien, al otro día lo llame a Edgardo a Rosario y me comunico que estaba bien y disfrutando de Rosario. Bueno este es el final de un viaje que se fue transformando sobre la marcha pero donde todos cumplimos y sobrepasamos nuestras propias expectativas, fue un gran viaje con gente espectacular, a la que agradezco haber compartido esta salida, como así también a todos a quienes conocí en Monte Caseros, a todos y cada uno, les debo que este haya sido “EL VIAJE”.
Gracias!! Gracias!! Gracias!!
que dividirlo en dos partes. Y aca coloco la segunda parte.
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Pocos kilómetros después, pasamos unos silos gigantes sobre una curva y a partir de allí se notaba que estábamos entrando a las orillas de la ciudad Uruguayana, pero fue entonces que mirando el medidor de mi tanque veo que la aguja comenzaba a ingresar en la zona de la reserva, me parecía que iba a poder cruzar con el combustible que me quedaba pero decidí parar en una estación de servicio y una vez que todos se detuvieron le pregunte a Víctor si todavía le quedaba algunos Reales para comprar combustible y me dio sus últimos diez REALES para que pueda cargar.
Precio de combustibles en Brasil
Cuando estaba cargando el combustible, cual colegiales Daniel me pide una foto con la “playera”, a lo que se presta sin problemas y acto seguido ven una bicicleta con motor y a su dueña (que también trabajaba en la estación de servicio) y le piden una foto a la señora, a lo que se niega rotundamente mientras le insistían y termina escondiéndose dentro de la estación de servicio, hasta los empleados del lugar le pedían que se sacara la foto y no hubo caso. Ya esto parecía una estudiantina y seguramente la señora pensó que estábamos tratando de hacerle alguna broma y después de un rato y como ya no la acosaban nuestros fotógrafos, se subió a su bici con motor y se fue, al mismo tiempo algunos de nosotros la seguimos y comenzamos a salir hacia la frontera.
La ultima carga de combustible en Brasil
Esta es la señora a la que acosaron nuestros fotografos
Llegamos al ingreso de una rotonda donde la demarcación dejaba mucho que desear, y daba una dirección para llegar al puente de la frontera sin pasar por el centro de la ciudad de Uruguayana y otra para hacerlo por dentro de la ciudad, la cosa que los otros carteles que deberían estar marcando esto claramente no estaban y termino tomando hacia el centro de la ciudad y bué! una vez en las avenidas del centro pare en una estación de servicio para lograr ubicarnos y llegar al puente, me dijeron más o menos como hacer y después de volver a preguntar y un par de retomes logramos dar con la calle correcta e ingresamos a una zona que denotaba que ya estábamos en zona de aduanas, pero sin nadie que nos detenga o nos pregunte algo.
Aduana Paso de los Libres - Lado Argentina -
Así terminamos entrando al puente de Uruguayana llamado: Puente Internacional Agustín P. Justo - Getúlio Vargas admirando sus torres y tratando de
absorber todo lo que veíamos alrededor, para después ingresar nuevamente a nuestro suelo, y comenzar con los tramites de aduana.
Al salir de la aduana nos detuvimos en una estación de servicio que esta frente a la frontera, y cargamos combustible (yo cargue mi bidón solamente) pero no había nada para comer, Dani, que conocía esta zona nos dijo que por ahí más adelante encontrábamos alguna parrilla abierta. Así que salimos pensando en encontrar algo pero todo estaba cerrado ya eran como las cuatro de la tarde. Nos detuvimos en otra estación de servicio con parrilla pero tampoco pudimos encontrar nada y terminamos comprando alfajores y gaseosas para recuperar energías, ya que desde la mañana no habíamos comido nada.
Encima los bizcochitos habían fallecido sobre la BR-472 y todavía faltaba un poco más de 150 kms hasta lo de Daniel. Pero bueno a modo de zanahoria Daniel le pidió a su señora que compre Mortadela y pan para que a nuestro arribo podamos degustar algo. Así que pensando en la Mortadela, salimos de la estación de servicio rumbo a lo de Daniel, donde llegamos poco más allá de las seis y media, completamente felices y todavía sin poder creer todo lo que vivimos. Comimos la famosa mortadela y después nos pegamos un buen baño porque en poco tiempo más deberíamos estar en lo de Carlos Playuk para degustar el famoso cordero hecho por este gran asador (al que le habíamos prometido estar este sábado compartiendo su mesa.)
La mortadela que nos esperaba al regreso en lo de Daniel.
Camino a Monte caseros.
Ya entrando a la ciudad, despues de un gran viaje.
La mortadela que nos esperaba en la casa de Daniel.
Una vez limpios y cambiados salimos para su cantina y ahí estaba Carlos junto al fuego con algo más de lo solicitado y esperándonos impaciente entre saludos y comentarios sobre el viaje, llegaron las primeras cervezas y mientras los líquidos corrían fueron llegando el resto de los comensales, entre ellos dos que no conocíamos anteriormente y que minutos después descubrimos que eran dos guitarristas que venían a amenizar nuestra última cena en Monte Caseros, que fue el moño de este último día por estos pagos. También hubo tiempo para regalos mutuos, de parte de Carlos y de parte nuestra también.
Todos se llevaron algo y hasta hubo tiempo para un sorteo de un cuchillo y un tenedor, el cual se llevó don Vicente con el número 3. Después de esta gran noche, con música en vivo, regalos, fotos etc. había que volver a lo de Dani, pasar las fotos y terminar de preparar todo para nuestra salida rumbo a casa.
La parrilla de Raul con el cordero prometido y algo mas.
Los cantores, un lujo!
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El regreso a casa
Ya había amanecido cuando comenzamos a levantarnos y subir nuestros bolsos a las motos, revisar que no quede nada atrás (aunque algunos se olvidaron cosas), atar nuestros bultos, verificar las motos, engrasar las cadenas (quienes debían hacerlo) charla, algo de mate y ya con todo listo, salimos con rumbo a la RN14, pero a unos pocos kilómetros del centro de Monte Caseros, nos detuvimos para la despedida final, con mucha emoción, abrazos, promesas de regresar, agradecimientos mutuos para finalmente subirnos a las motos y bocina mediante despedirnos vaya a saber por cuanto tiempo, de un lugar que nos abrió los brazos y nos cobijó durante la semana santa.
Ultima mateada antes de la despedida
Iniciada la RN 14 todo era distinto conocíamos el camino, y fue como venir en bajada, gran parte del camino tuvimos una suave brisa empujando nuestro regreso, nos detuvimos por un desayuno, también tuvimos un percance mientras acompañaba sobre la ruta a Edgardo lo pica una abeja y se detiene rápidamente para tomar su medicamente debido a que es alérgico, después todo fue viajar sin problemas hasta el ingreso a Gualeguaychu donde despedimos a Víctor en primer lugar (en el mismo puente donde nos habíamos encontrado unos días antes).
Y un par de kilómetros más arriba se vino la despedida de Edgardo quien seguía su camino hacia Rosario para visitar familiares y continuar con su descanso. A partir de allí solo éramos Vicente y Yo que seguimos en la ruta tranquilos hasta llegar a los últimos kilómetros de la provincia de Entre Ríos, donde se comenzaba a hacer notar el tráfico de semana santa y se iba haciendo más lento nuestro viaje, ni hablar una vez ingresados a Zarate Brazo Largo, allí hubo que tomar por la banquina y hacer algunos finitos a los autos y camiones con el fin de avanzar, lo mismo una vez que subimos a panamericana, mas allá de Garín, todo era colas de autos intentando ingresar a la capital y los alrededores del Gran Buenos Aires.
Aquí ya todo fue una lucha por tratar de avanzar hacia nuestro destino (Panamericana y Ruta 202) donde habíamos quedado con Vicente de despedirnos, pero que no pudo ser porque el transito hizo que nos distanciáramos y Yo llegue a la Ruta 202 y espere por Vicente unos 15/20 minutos pero como no venía entendí que pudo haber tomado otra salida (él vive en San Isidro), lo llame a Daniel y le dije que ya todos estábamos encaminados y a punto de llegar a casa, así que después de avisar que todo estaba bien, decidí seguir mi camino a casa donde me estaban esperando.
Ya en casa recibí el mensaje de Vicente avisando de que había llegado bien, al otro día lo llame a Edgardo a Rosario y me comunico que estaba bien y disfrutando de Rosario. Bueno este es el final de un viaje que se fue transformando sobre la marcha pero donde todos cumplimos y sobrepasamos nuestras propias expectativas, fue un gran viaje con gente espectacular, a la que agradezco haber compartido esta salida, como así también a todos a quienes conocí en Monte Caseros, a todos y cada uno, les debo que este haya sido “EL VIAJE”.
Gracias!! Gracias!! Gracias!!